Durante décadas, la infraestructura de hosting se ha medido por su celeridad, confiabilidad y tiempo activo. Las empresas aceptaron periodos cortos de downtime como una parte inherente de la operación, análogo a las sacudidas esporádicas en un vuelo largo. Pero, ¿qué pasaría si la tecnología pudiera anticipar las inestabilidades antes https://ericq135rwy2.blogdun.com/profile